Desde hace tiempo vengo notando que la gente está atravesando la llamada “Era del Avestruz”.
Esta “era” consiste en esconder la cabeza bajo el suelo para evitar ver lo que no se quiere ver y que pueda llegar a afectarnos.
Es evidente que las cosas no van a dejar de pasar por tomar esta medida, simplemente se trata de mucha gente que prefiere no ver aquello que aunque pueda pasarles a los demás no los llega a afectar a ellos, entonces al no verlo, consideran que aquello no ocurre y si no ocurre, para que preocuparse.
Era el año 1975 cuando el gran autor y cantante argentino Alberto Cortez estrenaba uno de sus temas que luego se transformarían en un éxito en las radios. El tema se titula “Los demás” y con solo leer aquella letra, podemos darnos cuenta de que lo que ocurre hoy en día es lo mismo que ocurría por aquellos años, sin que las nuevas generaciones adviertan que esa situación que ocurría y que vuelve a ocurrir ahora, es por lo menos incorrecta.
Los pueblos crecen y maduran cuando son capaces de hacer que las cosas mejoren. Para esto, debemos dejar de oír a los relatores que nos comentan la historia desde los medios de comunicación y empezar a protagonizarla nosotros mismos.
Sirva la letra de esta canción como llamado a la reflexión de todos aquellos que quieran vivir en un país maduro y que asuma sus responsabilidades históricas.
Los Demás (Alberto Cortez)
Y vivimos a solas sin pensar en lo demás
Como lobos hambrientos, acechando a los demás
Convencidos que son nuestro alimento, los demás
Los aciertos son nuestros y jamás de los demás
Cada paso un intento de pisar a los demás
Cada vez más violento es el portazo a los demás
Las mentiras se venden, cuando compran los demás
Somos jueces mezquinos del valor de los demás
Pero no permitimos que nos juzguen los demás
Encendió en una cruz, El que murió por los demás
Porque son ataduras, comprender a los demás
Caminamos siempre a oscuras sin pensar en los demás
Nuestro espacio, precioso, pero no el de los demás
Nos pensamos pilotos del andar de los demás
Donde estemos nosotros, que se aguanten los demás
Más lo nuestro es desidia, que no entienden los demás
Nos creemos selectos entre todos los demás
Seres «pluscuamperfectos», con respecto a los demás
Que tenemos el lomo como todos los demás
Que llevamos a cuestas, unos menos y otros más
Vanidad y modestia como todos los demás
Nos hacemos los sordos, cuando llaman los demás
Porque son «tonterías» escuchar a los demás
Lo tildamos de «manía» al amor por los demás